Earl vs. the Mutants de Falling State Inc. es un juego de acción y aventura con una estética retro y un humor peculiar. Su ritmo rápido, personajes coloridos y hordas de mutantes lo convierten en una experiencia divertida y caótica que se siente como una película de serie B, celebrando su inspiración sin tomarse demasiado en serio. A pesar de algunas fallas, el juego ofrece un buen rato para los fanáticos de los títulos de acción clásicos. En su esencia, Earl vs. the Mutants es un homenaje a los juegos de acción de antaño. El jugador toma el control de Earl, un hombre común que, tras un experimento fallido del gobierno, se ve atrapado en un pequeño pueblo invadido por mutantes. Armado con una variedad de armas, desde escopetas hasta herramientas improvisadas, Earl debe abrirse paso a través de olas de enemigos en combates frenéticos y rápidos.
Los controles son ágiles y el ciclo de juego es simple pero satisfactorio. Cada nivel está plagado de enemigos a los que derrotar, potenciadores por recoger y objetivos que completar. La dificultad crece gradualmente, pero el juego se encarga de mantener el equilibrio proporcionando nuevas armas y mejoras para mantener al jugador competitivo contra las crecientes hordas mutantes. Aunque el combate es entretenido, a medida que avanzas, puede volverse repetitivo. Los enemigos, aunque con diseños variados, suelen seguir patrones de ataque similares, lo que puede hacer que algunos niveles se sientan monótonos. Las batallas contra jefes ofrecen un respiro, pero la jugabilidad principal no cambia mucho a lo largo de la campaña, lo que podría restar interés a los jugadores más exigentes.
Earl vs. the Mutants apuesta por un estilo visual de píxeles que remite directamente a los juegos de 16 bits. Los entornos son vibrantes y están llenos de detalles, con escenarios que varían desde las calles de una ciudad hasta las oscuras guaridas de los mutantes. Los diseños de los personajes, especialmente los mutantes, se caracterizan por su personalidad exagerada, lo que refuerza la atmósfera de película de serie B. El diseño sonoro acompaña bien a lo visual, con una banda sonora energética que mantiene el ritmo de la acción. Los efectos de sonido, como los disparos o los impactos, son contundentes y satisfactorios. La actuación de voz de Earl, cargada de frases cursis y gritos exagerados, añade un toque extra de carisma que contribuye al encanto general del juego.
La trama de Earl vs. the Mutants no busca profundizar en temas complejos, sino que ofrece una narrativa ligera y cómica. Earl es un hombre común que se ve obligado a convertirse en héroe en un mundo invadido por mutantes, resultado de un experimento fallido. El diálogo está lleno de humor autocrítico, con Earl rompiendo la cuarta pared y haciendo comentarios sarcásticos mientras combate. Este tipo de narrativa, tonta y con un tono desenfadado, encaja perfectamente con el espíritu del juego y no pretende ser más de lo que es: una excusa para disfrutar de la acción y el caos