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Vamos a ser justos: el gran reclamo de Call of Duty: Black Ops 7 siempre fue su multijugador. De lejos. Activision ha hecho de todo para darle valor a su campaña, incluyendo lanzarla antes del propio juego, pero siempre ha estado eclipsada por el competitivo. Ahora, tú y yo vamos a tener una gran excusa para acabarla. O, más bien, dejarla indefinidamente abierta e instalada en nuestro PC y consola: el contenido de su Endgame.
La idea es sencilla: una vez acabemos la historia lineal de Call of Duty: Black Ops 7 se desbloquea lo que pasa a ser prácticamente un modo extra del juego: en lugar de ofrecer una misión de epílogo el Endgame es una experiencia cooperativa de extracción en un mapa colosal, altamente rejugable y estratégico que amplía la narrativa de esta entrega y, en el proceso, lanza una nueva propuesta PVE (jugador contra entorno) para hasta 32 jugadores por partida.
Algo tan interesante como inesperado, todo sea dicho: tradicionalmente, las campañas de Call of Duty han sido experiencias mayormente lineales que concluyen con un desenlace cinematográfico. ¿El requisito? En esencia completar las primeras 11 misiones de la campaña de Black Ops 7, que se pueden jugar en cooperativo con tres amigos.
Sin embargo, la pregunta aquí no va sobre el atractivo del mapa o las sensaciones de gunplay, sino si este Endgame es suficientemente atractivo para no lanzarnos directos al Multijugador tras el lanzamiento. O a regresar a los que ya funcionan. Por suerte, y como verás, en Activision han sabido plantear una propuesta loca, rotunda y muy rejugable.